Bali, la isla de los dioses.

10:01 Entrenubesdealgodon 0 Comments


Por fin llegamos a Indonesia, después de dos largos vuelos desde Delhi haciendo escala en Kuala Lumpur aterrizamos en Denpasar, en la isla de Bali. Para entrar al país no es necesario pagar el visado (ver información aquí), al menos durante los meses de verano que es cuando la isla recibe más turistas, así que recogemos nuestras mochilas y nada más salir por la puerta allí estaba esperándonos con una gran sonrisa nuestro guía, vestido con el típico traje balinés!


Vistas desde el avión del volcán de Java que entró en erupción días antes de nuestra llegada.
Cuando organizamos nuestro viaje a Indonesia teníamos muy claro que Ubud sería uno de los lugares dónde nos alojaríamos, y no nos equivocamos. Ubud es el corazón de la isla de Bali y llama la atención por su color verde, y por la perfecta armonía que sus habitantes mantienen entre lo humano, las deidades y la naturaleza. Las terrazas de arroz que tapizan gran parte de la isla, son el sustento de vida para muchos campesinos y un verdadero espectáculo para los turistas.

El corazón verde de Bali también es cultura, uno de los lugares dónde más se pueden apreciar las tradiciones balinesas en cada uno de sus rincones y por todos lados se pueden ver tiendecitas que muestran la artesanía balinesa. Los balineses aprovechan el material que les brinda la naturaleza para realizar artesanías u ofrendas para sus ancestros, dioses y espíritus malos.

Ubud es un destino muy turístico y alberga gran cantidad de restaurantes, cafés y hoteles para todos los bolsillos. Nuestro alojamiento los dos primeros días fue el Hotel Gerhana Sari 2, un pequeño hotel en el mismo centro de Ubud (aunque alejado del ruido), a un minuto de la calle principal donde se pueden encontrar un montón de tiendas y restaurantes. La ubicación, el servicio y el precio increíble!
Decidimos quedarnos aquí puesto que los dos primeros días íbamos a estar todo el día con nuestro guía recorriendo toda la isla y sólo iríamos a dormir. Los otros tres días nos alojaríamos en otro hotel en medio de la naturaleza que os enseñaré en los próximos post.







La idea de recorrer Bali por nuestra cuenta nos apetecía mucho, pero después de leer en varios foros que alquilar una moto era poco recomendable, al menos para hacer trayectos tan largos por toda la isla, decidimos contratar un guía que hablara español y que nos llevara a los lugares más bonitos y escondidos de toda la isla. Ahora que conozco bien Bali puedo asegurar que el tráfico allí es horrible, y adaptarse a la manera de conducir que tienen allí puede resultar una auténtica locura, muchos turistas terminan en el hospital con alguna que otra magulladura. De hecho, los trayectos son bastante largos para hacerlos todo el día en una moto, no es la mejor opción, al menos en temporada alta.

Nada más llegar a Ubud, nos recibe el dueño del hotel con una sonrisa de oreja a oreja, nos enseña nuestra habitación, dejamos nuestras mochilas y aprovechamos para dar un paseo por sus calles principales antes de ir a cenar. Me encanta pasear por las calles de Ubud, no puedo evitar irme parando en cada una de sus tiendecitas...jijiji

Ya casi anocheciendo decidimos cenar en Café Wayan, y la elección no pudo ser mejor!!! A día de hoy sigo pensando que es mi restaurante favorito allí...un lugar mágico al lado del hotel, la decoración preciosa y la comida riquísima, y eso que la comida balinesa es casi más picante que la India, pero allí preparan todos sus platos con mucho mimo para que nuestros estómagos no se resientan con tanto picante. Por cierto, el Wifi es gratuito y va de maravilla allí. Para nuestra primera cena balinesa elegimos Nasi Gorem (el plato más típico del país), Chicken Satay, cerveza y helado de mango de postre, todo por 200.100 rupias (14€ en total).



Delicioso Nasi Gorem y Chicken Satay. 
Nos vamos a la cama prontito, mañana hemos quedado temprano con nuestro guía para recorrer varios de los templos más famosos de la isla y la verdad que estamos deseando perdernos por aquí porque hasta ahora todo lo que hemos visto promete!!!

Suena el despertador a las siete y nos preparamos para comenzar el día, al ratito nos traen el desayuno a la habitación y nos lo dejan en la terraza...unos riquísimos pancakes rellenos de plátano y fruta fresca.

Nuestro riquísimo desayuno en la terracita del hotel.
A las ocho puntual nos viene a recoger al hotel el guía y lo primero que hacemos es ir a ver "La Danza Barong y Kris", una de las más famosas danzas populares de Bali. El Barong es un animal mitológico representando el espíritu del bien y el Rangda (un monstruo mitológico) representa el espíritu del mal. La trama narra la lucha eterna entre el Bien y el Mal. El precio de la entrada son 100.000 rupias (7€ por persona) y la verdad, merece mucho la pena asistir a una danza tradicional.








Nada más terminar nos montamos en el coche y hacemos nuestra primera parada en los Arrozales de Tegallalang, sin duda unos de los campos de arroz más visitados de la isla y no me extraña, porque el paisaje es espectacular. Aunque comparado con otros arrozales que veríamos los siguientes días, su tamaño es mucho más pequeño, pero es un lugar muy cuidado que merece una parada. Es necesario pagar 10.000 rupias (70 céntimos) para acceder a la zona.








Después de hacernos millones de fotos continuamos nuestro recorrido hacia el Templo Gunung Kawi, dedicado al dios del agua. Este lugar me encantó nada más llegar por la naturaleza que lo rodea: paisajes de arrozales, un río que atraviesa toda la zona y una vegetación exhuberante. Hay que bajar bastantes escalones para llegar hasta los templos. Los diez enormes santuarios de siete metros de altura están excavados en la roca y están dedicados al Rey Anak Wungsu y sus reinas preferidas. El precio de la entrada es de 15.000 rupias por persona (1€ aproximadamente). Para acceder a los templos es necesario llevar sarong, que nuestro guía llevaba preparado en el coche para nosotros.


Campesinos trabajando en los campos de arroz de camino al templo Gunung Kawi



















Por la zona hay multitud de puestos que venden artesanía local..
El siguiente templo que visitamos, Pura Tirta Empul, es conocido sobre todo por sus aguas sagradas, dónde los balineses suelen ir a purificarse, ya que existe la creencia de que tienen poderes curativos y mágicos. Además de visitar el templo, tuvimos la suerte de presenciar una de las diversas ceremonias religiosas hinduístas que se realizan a lo largo del día. Bali es la única isla hinduísta de toda Indonesia. El precio de la entrada es de 15.000 rupias por persona. Después de la ceremonia es curioso ver cómo los balineses se colocan arroz en la frente y una flor detrás de la oreja al ser bendecidos.






Las ofrendas están confeccionadas con hojas de palmera y las preparan cada día como ofrendas a los dioses.








Continuamos nuestro recorrido hacia el norte de la isla por una carretera estrecha y llena de curvas, hasta llegar al Monte Batur, el segundo volcán más alto de Bali, está enclavado en medio de un cráter gigante. Se puede observar la lava sólida y oscura a su alrededor, fruto de la antigua erupción de 1963, además del lago que lo rodea, el lago Batur. El acceso a la zona cuesta 30.000 rupias (2€ por persona). Las vistas desde allí son espectaculares así que paramos a comer en uno de los restaurantes buffet de la zona. La comida nos costó 236.000 rupias (16€ en total) y pudimos comer en la terraza que hay fuera con unas preciosas vistas hacia el volcán.








Después de comer volvemos a coger el coche para visitar el último templo del día, Besakih, el Templo Madre de Bali. La leyenda dice que cuando los dioses hindúes fueron expulsados de Java y buscaron una nueva isla donde instalarse y escogieron a Bali, así que Shiva trajo hasta Bali la montaña sagrada de Mahameru y la dividió en dos. Esto dio origen a los volcanes de "Gunung Agung" y "Gunung Batur", ambos considerados guardianes de la isla.

Este templo está situado en la ladera sur del monte Angung, la cumbre más alta de la isla con 3.142 metros, es el lugar más sagrado y venerado de Bali, compuesto por 22 templos diferentes. Según las creencias de los balineses, los dioses se alojan en el Templo Madre cuando descienden a la Tierra. Para los balineses era casi imposible poder ir a rezar al Templo Madre a diario, por lo que se construyeron pequeños templos en cada una de las casas o pueblos que se cree están conectados con el Besakih.

En 1963 el volcán Agung entró en erupción y el templo quedó bajo cenizas pero se salvó de las corrientes de lava por pocos metros, lo que fue considerado un milagro para los balineses. El precio de la entrada es de 15.000 rupias por persona y aunque se puede acceder sin guía, las mafias siempre intentan hacerte pagar un guía para que puedas entrar al templo.




















Aquí termina nuestro primer día recorriendo la isla, ha sido un día intenso pero estamos impresionados por los sitios tan bonitos que hemos visitado... Bali nos está encantando!!!

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